sábado, 9 de agosto de 2014

Reseña: OUT, de Natsuo Kirino





Título: OUT (アウト)

Autor: Kirino Natsuo

Editorial: Booket

Año de publicación: (1997) 2009

Páginas: 560

Precio: 9'45€








Por fin me he decidido a empezar el blog como Dios manda y hacer reseñas y esas cosas para las que creé un blog, aunque sea porque la gente con blogs chachis me da envidia. Aprovecho para comentaros que, tipo goodreads, mis reseñas van a ser siempre sobre cinco estrellas.

Y he decidido empezar con OUT, de Natsuo Kirino, que llevaba años en mi estantería y sólo me he decidido a leer cuando me lo dijo el bookjar. Os comento el argumento:

Cuatro mujeres trabajan el turno de noche en una fábrica de comida precocinada, cada una con sus problemas y sus tragedias: Masako es considerada como la líder del grupo, y vive con un marido que ha escogido aislarse del mundo y un hijo que se ha encerrado en el mutismo, de los que se siente completamente alienada; Kuniko es una joven tirando a rellenita y vanidosa que se deja todo su dinero en comprar compulsivamente artículos de lujo y vive acosada por las deudas; Yoshie es la mayor del grupo y todas la llaman La Maestra, vive con una hija a la que es incapaz de controlar y una suegra anciana y paralítica a la que tiene que cuidar; Yayoi es una joven con dos niños pequeños y un marido que se deja los ahorros apostando a juegos de cartas y la maltrata.

La vida de las cuatro da un giro radical cuando Yayoi, harta de su marido, lo estrangula y pide ayuda a Masako para librarse del cadáver. Yoshie y Kuniko acaban viéndose obligadas a colaborar, y la relación entre las cuatro compañeras se tensa hasta romper. Cuando aparecen en escena un extorsionador de poca monta y un peligroso mafioso, ya no hay vuelta atrás.

Y la reseña después del corte que los bloques de texto son feos.

Os comento. OUT lo compré hace siglos, porque hice trampa y la edición que puse aquí no es la mía. Yo tengo una del Círculo de Lectores tirando a cutre, que pedí hace añazos (como que ya ni me acuerdo de cuánto hace que no somos socios del Círculo) porque me llamaba la atención leer algo de una autora japonesa. El caso es que lo empecé, leí veinte páginas y decidí que eso no era para mi.

El mes pasado me salió del bookjar, y como la función del bookjar es ir avanzando con la lista de libros para leer procuro hacerle caso, así que lo intenté otra vez. Y esta vez sí que sí, me convenció. A lo mejor era que la primera vez todavía era mucho para mi, porque debió ser cuando estaba en la ESO, y hay libros que no sólo necesitan que llegue su momento, si no que también requieren de una cierta madurez a la hora de adaptarse y tolerar otros estilos, o de más paciencia.

Y el estilo japonés, o al menos el del Natsuo Kirino, porque he de admitir que además de Murakami no he leído mucho japonés y a Murakami no lo trago, es muy particular. En general el japonés no es un idioma que se preste a oraciones demasiado largas, y encima Kirino tiene un estilo super descriptivo y como muy al grano. Excepto por cuando le da la neura y se te cruzan profundas reflexiones preciosas y líricas. Pero vamos, que esas son las menos veces.

El shock cultural es también algo a tener en cuenta, porque al fin y al cabo esto es un retrato de la sociedad japonesa y sus rincones más oscuros. Es difícil a veces entender las motivaciones o las reacciones de los personajes; especialmente la tranquilidad con la que Masako se toma la tarea de eliminar un cadáver, como si fuera una parte más de su trabajo diario. 

Detalles aparte, Masako es el personaje más interesante de todo el libro, en mi opinión. A primera vista un ama de casa que trabaja de noche para huir de la opresión de una casa en la que todos viven aislados en su soledad, poco a poco se va revelando más de su historia: su anterior empleo en una empresa, su faceta de mujer ambiciosa y con ganas de ascender en el escalafón profesional.

Para los que no lo sepáis, Japón es una sociedad profundamente machista. Lo más normal es que las mujeres dejen de trabajar cuando se casan o tienen el primer hijo y se dediquen completamente al cuidado de su familia y el mantenimiento del hogar. Se espera de ellas que sepan cocinar, mantener las finanzas de la casa, limpiar, que hagan la compra y la colada, que tengan la cena preparada cuando su marido llega a casa, que le sirvan el alcohol a su marido durante las comidas, que sean sumisas... Incluso cuando trabajan, ocupan puestos de poca responsabilidad dentro de sus empresas, generalmente de secretarias o similares, precisamente porque se espera que lo dejen al casarse, y suelen cobrar menos que los hombres aún por las mismas tareas (di tu que esta última parte tampoco es exclusiva de Japón).

Masako ocupa uno de estos puestos en los que se dedica a tareas de poca relevancia, a servir el té a los invitados, hacer fotocopias y atender las órdenes de sus compañeros masculinos. Pero Masako no está de acuerdo con ello y busca cambiar su situación, lo que desata la ira de sus compañeros y crea tensiones en su trabajo. Se ve humillada, insultada, atacada hasta el punto de renunciar a su puesto. A pesar de que es capaz, trabajadora e inteligente, Masako no puede optar a las mismas oportunidades que sus compañeros, y eso se convierte para ella en una fuente de frustración.

Creo que precisamente esta fuerza de Masako y su posición como representante del feminismo en el libro es lo que la hace tan interesante. Evidentemente Masako es el hilo conductor de toda la historia y son sus pensamientos y emociones los que el lector conoce con más frecuencia, por lo que es normal en parte sentirse mucho más identificado con ella y verla como más interesante. Pero su feminismo silencioso, su determinación para arreglárselas sola y cargar con casi toda la responsabilidad del jaleo que se meten la hace realmente fascinante. Yayoi es la que mata a su marido, pero es Masako la que dirige al resto, da las órdenes y se ocupa de que todo salga bien.

Al final el asesinato de Kenji, el marido de Yayoi, y lo que las cuatro hacen para deshacerse del cuerpo es una excusa para romper la rutina de las cuatro mujeres, que de otra manera hubieran seguido viviendo en la misma rutina durante el resto de sus vidas. Ahora se ven obligadas a enfrentarse a sus miedos, a sus defectos y a todo lo que han estado intentado ocultar y de lo que han intentado huir trabajando el turno de noche en la fábrica. Y el desarrollo de la historia es interesante y cautivador, te hace querer seguir leyendo, viendo cómo van a cambiar los personajes o qué va a pasar a continuación, porque realmente hay algún giro que no te esperas en absoluto.

El libro pierde algo de fuerza hacia el desenlace. Masako pierde completamente su interés y todo su feminismo al perdonar y sentirse identificada con un violador y asesino en un momento en el que además no pega nada. Resulta completamente anticlimático y te da la sensación de que falla algo, te deja como un poco colgando y esperando algo que no llega. Es más, con todo lo que me gustaba el personaje de Masako hasta este momento, aquí me resultó bastante insoportable y me sentí un tanto decepcionada.

Probablemente si no llega a ser por el final, le hubiera dado al libro cuatro o cuatro estrellas y medias, pero realmente las últimas veinte páginas o así fastidian bastante la impresión general de la obra, lo cual es una pena. Pero vamos, que esto puede ser cosa mía y de mis opiniones e ideas, y de lo que yo entiendo como feminismo, así que cada uno juzgue como vea. 

Lo que es recomendar, yo os lo recomiendo.




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