martes, 15 de abril de 2014

Challenge de abril, 15: cita

Veréis, hoy no os traigo un libro, porque la cita que viene siendo mi favorita desde hace ya bastantes meses (y que además me parece especialmente relevante a la hora de hablar de libros) no es de un libro. Aunque sí es de un escritor, y de uno bastante famoso y que ha ganado bastantes premios. Precisamente la cita es del discurso de aceptación de un premio... Un premio que en materia de literatura infantil es de los más importantes a nivel mundial.

La cita que os traigo es del discurso de aceptación de Neil Gaiman tras ganar la Newbery Medal en 2009 por su libro El libro del cementerio (The Graveyard Book). El libro en sí no es sólo para niños, y a decir verdad se me ocurre que podría ser una lectura ligeramente complicada para niños, en el sentido de que aunque probablemente disfrutaran el libro, no comprenderían totalmente todos los mensajes del autor. Es más, hay ediciones de adultos y también ha ganado algún premio de literatura para jóvenes adultos. Es un libro excelente y os lo recomiendo encarecidamente.


Y por aquí os dejo ya finalmente la cita:


Aquí la cita en inglés:

Fiction was an escape from the intolerable, a doorway into impossibly hospitable worlds where things had rules and could be understood; stories had been a way of learning about life without experiencing it, or perhaps experiencing it as an eighteen-century poisoner dealt with poisons, taking them in tiny doses, such that the poisoner could cope with ingesting things that would kill someone who was not inured to them. Sometimes fiction is a way of coping with the poison of the world in a way that let us survive it.
(...)
It's not irrelevant, those moments of connection, those places where fiction saves your life. It's the most important thing there is.



Y os la traduzco:

La ficción era una vía de escape de lo intolerable, una puerta hacia mundos increíblemente hospitalarios donde las cosas tenían normas y podían ser entendidas; las historias habían sido una manera de aprender sobre la vida sin experimentarla, o tal vez experimentándola de la misma manera que un envenenador dieciochesco trataba con venenos, tomándolos en dosis diminutas, de tal manera que el envenenador podía sobrevivir a cosas que matarían a cualquiera no acostumbrado a ellas. A veces la ficción es una manera de hacer frente al veneno del mundo de una forma que nos permita sobrevivir.
(...)
No son irrelevantes, esos momentos de conexión, esos lugares en los que la ficción te salva la vida. Es la cosa más importante que hay. 

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