miércoles, 9 de abril de 2014

Challenge de abril, 8: Nostalgia




Título: Memorias de Idhún (La Resistencia, Tríada, Panteón)
Autor: Laura Gallego García
Editorial: SM
Año de publicación: 2006 - 2007

Si os gustan los libros, si de verdad os gusta entrar a una librería y pasearte sin prisa entre los estantes durante horas, y coger libros y acariciarlos y leer trocitos y volverlos a posar; si os gusta todo eso, entonces sabréis que hay libros que simplemente te llaman desde las estanterías. Y Memorias de Idhún, chicos y chicas, era de ese tipo de libros. Principalmente porque brillaban. Literalmente. ¿Veis esa cubierta blanca con dibujos? Era eso, una cubierta de papel llena de agujeritos, y debajo el libro era plateado y cuando le daba la luz todos esos agujeritos brillaban. Es una pena que cambiaran las ediciones, las de ahora son feas.

Además, hay libros que te cambian la vida. Los coges, los lees, hablas de ellos con gente, te involucras, y de repente esa gente son tus amigos y luego tus mejores amigos y luego llevas diez años con ellos y ya no hablaréis de los libros pero sabéis que os conocisteis gracias a ellos, y eso es así. Al final no es porque fueran los mejores libros que leíste, ni los primeros, ni los peores ni los últimos, sino porque simplemente los leíste en el momento adecuado.

Yo entré un día a una librería especializada en literatura infantil y juvenil, El Búho Lector, en Oviedo. Tenían una torre enorme de libros de La Resistencia firmados por la autora, que de aquella no era tan conocida, y el dependiente me dijo que leyera las tres primeras páginas porque fijo que me enganchaban. Falso. Ningún libro engancha con sólo tres páginas, o desde luego muy pocos lo consiguen. Pero me habían prometido un libro, y ese brillaba y estaba firmado, y me lo compraron.

Y del primero pasé a ir a la presentación del segundo cuando salió, y en la ronda de preguntas la primera fue que pasaba con el gato de la protagonista, y fue una pregunta tan tonta que todo el mundo se rió con la respuesta. A la mañana siguiente, o a los tres días, sabe Dios, vi a la chica que había preguntado en el patio del colegio, y nos pusimos a hablar, y diez años después es todavía la adoro.

Laura Gallego tiene un foro, y en el foro conocías a gente, y hablabas y escribías y organizabas quedadas con un montón de gente de tu edad a la que le gustaban las mismas cosas, cuando lo normal era que la gente que te rodeaba en el día a día te mirara raro porque te pasabas las horas leyendo. Y después del foro, o al mismo tiempo, hubo un taller de lectura en una biblioteca local con otras dos locas de la vida; más que a leer nos dedicábamos a dar la lata, ir a comer helado si el tiempo lo permitía y hablar de una y mil cosas, pero bueno: siempre será el taller de lectura.

Para cuando salió el tercer libro, íbamos armadas con camisetas con nuestros nombres, letras de canciones de Kirtash, y una extra para regalarle a la autora. Era un grupo al que pertenecer, personas con quienes compartir intereses, con quienes quedar aunque fuera sólo a tomar helado o chocolate. Y todo gracias a unos libros.

Recuerdo a una mujer que vino un día por la biblioteca cuando estábamos en el taller y que por alguna razón acabó hablando con nosotras sobre como los libros de Laura Gallego en realidad no eran tan buenos, no estaban especialmente bien redactados. De aquella recuerdo que me molestó porque para mí eran lo mejor de lo mejor, pero si lo pienso ahora es normal que a una persona adulta, acostumbrada probablemente a otro tipo de literatura, no le resultaran atractivos.

A decir verdad, llevo años con ganas de releerlos, pero no me atrevo. Porque si los leo ahora probablemente me parezcan normalillos como mucho, incluso tal vez malos. Y perder el cariño y la admiración que tengo por estos libros y esta autora sería estropear muchos recuerdos bonitos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario