Autor: Elvira Lindo.
Editorial: Alfaguara
Año de publicación: 1994
Páginas: 134
Crecer en los 90 en España (aunque en el fondo no te acuerdes de la mayor parte de los 90 porque tenías sólo 9 años cuando cambiamos de milenio) era conocer a Manolito García Moreno, aunque nadie en Carabanchel ni en todo el mundo mundial lo conozca por ese nombre, porque siempre será Manolito Gafotas o, si nos actualizamos un poco, mejor Manolo. Y a decir verdad, Manolito mola un pegote. Igual que El Imbécil, el abuelo Nicolás, Orejones López, Cata o Susana Bragas Sucias o cualquiera del millar de personajes geniales de la infancia.
De Manolito se pueden decir muchas cosas, con la cantidad de libros que hay sobre su persona. Si te gustaba leer tenías sus libros, y si no te gustaba también los tenías porque eran los míticos que mandaban en el colegio para leer. Manolito enganchaba a cualquiera, porque sus historias son historias de niños contadas por un niño, sencillas y divertidas, verídicas y tan ciertas como las que le pasan a cualquier otro chico de diez años que viva en cualquier barrio español.
Mi primo pequeño tiene dos años, y no os queda duda que cuando sepa leer y tenga la edad para ellos, le pienso dejar todos y cada uno de los libros de Manolito, que ya no será tan famoso pero todo el mundo se merece disfrutarlos. Que por cierto, ¿sabíais que en inglés es Manolito Four Eyes? También están traducidos al árabe, y al ruso y al italiano y a un montón de idiomas más.
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